1 cucharada de miel, jarabe de arce o tu endulzante preferido.
Elaboración:
Mezcla la granola con el kéfir y el endulzante. La idea es humedecerla ligeramente.
Opcional para un sabor más profundo/probiótico: Deja la mezcla reposar a temperatura ambiente durante 6 a 12 horas. El kéfir interactuará con los cereales.
Extiende la mezcla en una bandeja forrada con papel de hornear.
Hornea a temperatura baja (máximo *150 grados) o, idealmente, deshidrata a *60grados hasta que esté crujiente. Nota del especialista: Aunque horneamos la granola, esta parte no tiene los probióticos del kéfir que vamos a usar en el mousse, por lo que no comprometemos la receta final. Si no quieres hornear, usa granola ya preparada.
Deja enfriar y rompe en trozos.
2. La Base Cremosa: Yogurt de Kéfir Espeso (Kéfir Cheese)
Este paso concentra el kéfir para darle una textura de mousse.
Ingredientes:
500 ml de yogurt de kéfir (o leche kefirada espesa).
1-2 cucharadas de endulzante natural (miel, jarabe de agave o stevia, ajusta a tu gusto).
1 cucharadita de extracto de vainilla (opcional).
Elaboración (para espesar):
Utiliza nuestra malla para filtrar kefir y leches vegetales. (Encuentrala aquí) , y el colador sobre un recipiente para recoger el suero.
Vierte el kéfir en la bolsa de malla de filtrado.
Deja escurrir en el refrigerador durante 6 a 12 horas. Cuanto más tiempo, más espeso (casi como queso crema) será.
Una vez escurrido, transfiere el kéfir cremoso (la parte sólida) a un tazón. El suero recogido es riquísimo en nutrientes y puedes usarlo en batidos, sopas frías o para hacer pan.
Incorpora el endulzante y la vainilla al kéfir cremoso y mezcla suavemente hasta obtener una consistencia homogénea similar a un mousse denso.
3. El Montaje y Toppings (Frescos para Probióticos)
Ingredientes:
El Mousse de Kéfir Cremoso (Paso 2).
1 taza de frutos rojos frescos (fresas, arándanos, frambuesas), que son excelentes prebióticos.
El Crujiente de Granola (Paso 1).
Elaboración y Preservación Probiótica:
En copas o tazones individuales, coloca una capa del crujiente de granola en el fondo.
Agrega una generosa porción del Mousse de Kéfir Cremoso. ¡Aquí se mantienen intactos los probióticos!
Cubre con los frutos rojos frescos. Puedes añadir un hilo de miel o jarabe de arce si lo deseas.
Sirve inmediatamente y disfruta de la combinación de texturas y el valor nutricional del kéfir.
Observación del Especialista en Fermentación
Para mantener los probióticos, es fundamental que el kéfir no se incorpore a la mezcla caliente. Las recetas como aderezos, smoothies, postres fríos o la técnica del kéfir cheese (escurrir el suero en frío) son las mejores opciones. Evita siempre incorporarlo a masas que deban hornearse o freírse. ¡Que disfrutes tu deliciosa y saludable creación!